Y es que entre pitos y flautas, como se suele decir coloquialmente, llevaba ya mucho tiempo sin hacer una sesión de fotos de esta índole y, paradójicamente, llevaba mucho tiempo sin ver a mi musa Annie.
La ocasión apareció casi de la nada, y cómo no, era (gustosamente) obligatorio el aprovecharla. Ella, como siempre venía cargada de ideas, y entre risas y diversos comentarios, nos pusimos manos a la obra creando y posteriormente destruyendo cada una de ellas.
Algunas dieron muy buenos resultados, y otras… pues diremos que pasarán a engrosar la carpeta de “tomas alternativas” de las cuales, puede que algún día demos uso a modo de divertimento & nostalgia.
Annie hizo gala de su buen hacer, su soltura y delicadeza, y como no, de su intensa mirada (una de las más expresivas que he tenido el placer de conocer). Y yo, totalmente inmerso en mi papel, intenté captar cada una de las pequeñas peculiaridades que conforman su persona.
Siempre es un placer trabajar con gente comprometida de verdad, y en esta tercera sesión con la susodicha, la complicidad es inherente, creo que se puede palpar en cada instantánea.
La emoción me puede y cada vez se acerca más y toma mejor forma un proyecto conjunto en el que esperamos plasmar nuestro particular enfoque del mundo de la fotografía y de los modelos.
Mientras, os dejamos con estas pequeñas muestras de talento.
¡Tremenda Annie!
Como siempre eres un crack!!! 😁😘
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Y tu como siempre al pie del cañón! gracias por tu apoyo incondicional y tu cariño! 😘
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